Características del proceso de mediación
Es un proceso voluntario, confidencial, flexible y eficaz en el que la actuación del mediador se regirá por los principios de igualdad, neutralidad e imparcialidad.
Confidencial: la mediación ofrece un espacio privado donde todo lo que se hable será totalmente confidencial
Voluntario: las partes acuden a mediación voluntaria y libremente. Y del mismo modo cuentan con total libertad para abandonar el proceso sin que ello conlleve ningún tipo de consecuencias
Flexible: la mediación se adapta a las necesidades y circunstancias de cada una de las partes. Porque cada situación es única y cada persona tiene unas peculiaridades que la diferencian del resto, el mediador guiará el proceso adaptándose a las necesidades
Imparcialidad y neutralidad: el mediador trata con total igualdad a las partes, sin tomar en ningún momento partido por ninguna de ellas y sin decidir por los mediados.
Protagonismo de las partes: las partes están presentes durante todo el proceso participando personalmente en la negociación y en la toma de decisiones. Son los que de manera libre, informada y consensuada van a decidir cómo resolver sus conflictos.
Buena fe: las partes deben acudir a mediación con el deseo de resolver sus problemas, aceptando las características del proceso y con una actitud colaboradora y de respeto hacia el otro.